Una maestra de Cicero nos relata acerca de cómo la pandemia ha agravado los problemas existentes y lo que propone para hacerles frente

Ilustración de una maestra con una camisa amarilla apuntando a un cuaderno. Hay un estudiante con un suéter blanco a la izquierda. Detrás hay una pizarra verde con las palabras, La clase de la Sra. Esposito en tiza blanca.

Ilustración por Ivan Salazar

Por Jorge Martinez

Read in English

Los efectos de la pandemia han demostrado ser preocupantes para algunos maestros.

Rachel Montoya-Esposito es maestra en Unity Jr. High School, donde ha enseñado por más de 19 años, y a la vez es presidenta del Sindicato de Docentes Local 571 de los Suburbios del lado Oeste. Dice que la pandemia ha profundizado las desigualdades que ya existían en el sistema de educación pública.

“Cuando enseñas en una escuela de bajos ingresos, existen muchas barreras que debes superar cada día. La pandemia ha agravado esos problemas y vemos una necesidad de conexión humana en tiempos tan caóticos”, señala Esposito.

Menciona además que las escuelas en Cicero no han respondido de forma adecuada a las necesidades de cambio de los estudiantes, particularmente aquellas relacionadas con la salud mental.

El 82% de los estudiantes en el Distrito 99 de Cicero pertenecen a familias de ingresos bajos, casi el doble del promedio de las escuelas de Illinois. La transición al aprendizaje remoto fue difícil para los estudiantes, pero comunidades escolares como Cicero enfrentaron desafíos tecnológicos, de lenguaje, culturales y de salud mental únicos.

 “Este año, los trabajadores sociales han trabajado y abarcado realmente mucho más. Hemos tenido la mayor cantidad de instancias en las que estudiantes han necesitado de trabajadores sociales que cualquier otro año. Acudían a mí diciendo, “realmente necesito hablar con alguien”, señala Esposito.

Esposito dice que incluso aquellos estudiantes que tienen suficiente suerte de contar con el apoyo de trabajadores sociales enfrentan desafíos, tales como encontrar lugares de confianza y silencio en el hogar o la despersonalización de las reuniones por Zoom.

“Nuestros trabajadores sociales han simplemente tratado de apagar incendios”, dice Esposito.

Señala que el distrito debería contratar más personal “que se necesita desesperadamente” para ayudar a abordar las necesidades sociales y emocionales de los estudiantes.

Cicero Independiente acudió al Distrito 99 a comienzos de este año para conseguir testimonios, y fue derivado a la siguiente declaración pública, emitida el 1 de octubre de 2021.

“Considerando las necesidades de salud mental que están siendo descubiertas a medida que las escuelas están indagando sobre las condiciones de los jóvenes, el Distrito 99 de Cicero ha diseñado y desarrollado un Sistema de Escalones Múltiples de modelo de Apoyo (MTSS, por sus siglas en inglés) que responde a estos requerimientos.

De acuerdo con el informe del Consejo Educativo, el Distrito 99 planificó asignar $40,880,936 de dólares para responder a los efectos de la pandemia. El informe describe cuatro prioridades, entre las cuales está la pérdida de aprendizaje y la seguridad escolar. Esto incluye las iniciativas como servicios de testeo de COVID, actualización de tecnologías, campamentos de verano y el desarrollo de un nuevo currículo de alfabetización. Mientras el Distrito destaca a los servicios de salud mental como una “garantía”, no está claro qué iniciativas específicas estos incluyen. Los servicios de salud mental se ubicaron en el séptimo lugar en una encuesta realizada por el distrito, de acuerdo con el informe.

En el desglose de estos $40 millones de dólares en fondos no se menciona a los servicios de salud mental.

“No solo se trata de educar a los niños y a las niñas, se trata de hacerlo bien”, Esposito señala.

Las escuelas deben enfocarse menos en las pruebas estandarizadas y fórmula de calificaciones rutinarias, dice Esposito, y adoptar un enfoque holístico hacia la educación. Uno que valore el aprendizaje social y emocional, la construcción de relaciones, y lo más importante, habilidades que van más allá de una matrícula.

“Estoy realmente emocionada de ver qué es lo que hace la Generación Z con la educación. Nos debemos a un cambio y estamos listos para ese cambio. Sé que la Generación Z será la que traerá cambios”, señala Esposito con una sonrisa.


Jorge Martinez es un periodista contribuyente de Cicero Independiente y actualmente estudiante de Bennett Day School. Es un activista de la comunidad gay.


Quiere leer más historias como esta? Considere hacer una donación para apoyar nuestro trabajo. Su dinero se destina directamente a pagar a los periodistas de color para que informen sobre las noticias locales.

 

SUBSCRÍBETE

Noticias del 60804

Respetamos su privacidad y solamente usaremos su información para mandar artículos recientes.