Cómo dos años de la pandemia provocaron acción entre los trabajadores esenciales de Cicero: “No me sentía seguro”

Dos mujeres de la raza negra y una mujer blanca sostienen carteles que dice 'Más paga' 'Mejor seguridad' 'Protege a nuestros estudiantes'. Detrás de ellas hay un mar de siluetas de personas con carteles bilingües sobre los derechos de los trabajadore

Ilustración por Paintbristle

Por Ankur Singh

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Desde el inicio de la crisis del COVID-19, los trabajadores esenciales en Cicero se han unido en huelgas, marchas, conferencias de prensa y otras actividades en apoyo a condiciones de trabajo más seguras, debido a que trabajaron durante toda la pandemia poniendo en riesgo su salud y la de sus familias.

En estos últimos dos años, Cicero Independiente ha reportado sobre estas acciones. Al inicio de la pandemia trabajadores y alianzas en Bimbo Bakeries marcharon a pie y en caravana luego que dos personas fallecieran en sus instalaciones, producto del COVID-19. Trabajadores de comida rápida en Chipotle se pronunciaron sobre condiciones de trabajo inseguras dentro del restaurante. Los trabajadores de la cafetería en Morton West High School demandaron aumento en sus salarios después de haber trabajado durante la pandemia. Asimismo, trabajadores de la atención médica en el City View Multicare Center entraron en  huelga para robustecer sus medidas de protección y aumentar sus salarios.

Además, los trabajadores miembros de United Scrap Metal se pronunciaron a las afueras de su trabajo demandando seguridad luego de que uno de sus colegas falleciera por COVID-19. El 22 de diciembre de 2021, trabajadores del depósito de Amazon en Cicero se manifestaron en una marcha muy cerca de navidad, concitando la atención nacional. Al poco tiempo después de ocurrida la marcha, los trabajadores de Amazon, consiguieron aumento de sus sueldos.

Cerca de 110 trabajadores de Breakthru Beverage ubicado en la avenida Laramie y quienes son representados por el sindicato Teamsters 710, estuvieron en huelga exigiendo un aumento a sus salarios, mejores beneficios y seguridad.

Lo que está ocurriendo en Cicero es histórico, y no solo está pasando aquí. Trabajadores por todo el país han ido tomando acción desde que la pandemia comenzó a tener altos números de contagios. El Instituto Industrial y de Relaciones Laborales del Trabajador en la Universidad de Cornell registró 265 paros laborales en el año 2021, que involucró a alrededor de 140 mil trabajadores a lo largo del país.

En abril de 2022, trabajadores de Amazon de un depósito en Staten Island ganaron las primeras elecciones del sindicato de trabajadores de la empresa. Ya son más de 100 locales de Starbucks que también se han sindicalizado este año.

A continuación, les presentamos a tres trabajadores en Cicero que han ayudado a organizar sus lugares de trabajo durante la pandemia, como parte de una serie de acciones de los trabajadores que están ocurriendo ahora.

Shantonia Jackson, asistente de enfermería certificada del City View Multicare Center

Una mujer con uniforme de enfermera se encuentra fuera de un edificio con una pared de vegetación con el puño en el aire. Detrás de ella hay un letrero que dice “City View Multicare Center”

Shantonia Jackson se para afuera del City View Multicare Center en Cicero, Ill, el 23 de febrero de 2022 (Foto por Ankur Singh).

Cuando Shantonia Jackson tenía 16 años su abuela falleció de cáncer de colon. Dice que siempre buscó tener cerca una figura de una abuela ya que nunca tuvo tal imagen presente cuando creció.

“Siempre me sentí bien abrazando a alguien y llamándola abuela”, señala Jackson. “Pero una persona mayor también se siente bien sabiendo que, si es que su ser querido no estuviera ahí para llamarla abuela, puede escuchar esa palabra de alguien más. Es muy importante”.

Es por ello que Jackson se convirtió en una asistente de enfermería certificada (CNA, por sus siglas en inglés) lo que le permite cuidar a personas de la tercera edad. Desde 2015 trabaja en el City View Multicare Center en la calle Cermak. 

Durante los primeros meses de la pandemia por COVID-19, City View se adjudicó varios titulares por tener uno de los mayores focos de contagio del virus en el estado. En mayo de 2020, NBC Chicago, reportó que cerca de 200 residentes dieron positivo a COVID-19 y nueve de ellos murieron, lo que generó una serie de demandas contra el centro por falta de precauciones de seguridad.

Todo este tiempo, Jackson se preocupó por su propia salud y la de su hija.

“Vivíamos juntas en una casa. Me quedaba en el segundo piso mientras ella permanecía en el subterráneo porque trabajaba en la unidad de COVID… estaba asustada tanto como yo”, menciona Jackson.

Tras meses de trabajo en la primera línea de una pandemia sin precedentes, Jackson y sus compañeros entraron a huelga el 23 de noviembre de 2020, exigiendo mayores salarios y medidas de protección más robustas para enfrentar la pandemia, como equipos de protección personal (PPE, por sus siglas en inglés).

“Se me ocurrió hacer esa huelga solo para hacer ver que somos esenciales”, dice Jackson. “Las personas nos necesitan porque todos vamos a envejecer. Cualquier persona podría enfermarse y necesitar ese cuidado adecuado para morir con respeto y dignidad”.

Alrededor de 800 trabajadores, miembros del Sindicato Internacional de Empleados de Servicio, se adhirieron a huelga en 11 hogares de ancianos pertenecientes a Infinity Management a lo largo del área de Chicago incluyendo al Ambassador Nursing and Rehabilitation Center en Albany Park y al Southpoint Nursing & Rehabilitation Center en Longwood Manor. Luego de 12 días de ausencia laboral, Jackson y sus colegas trabajadores de las residencias de ancianos ganaron sus demandas.

De acuerdo con SEIU, el nuevo contrato que ganaron los trabajadores incluyó una importante alza en los salarios, y cinco días adicionales de licencia relacionada al COVID-19, garantías de implementos PPE y otras protecciones de seguridad.

Previo a la huelga, Jackson hacía $13 dólares por hora. Hoy gana alrededor de $16 por hora.

“Solo porque nos pagan bajos salarios las personas piensan que no somos esenciales”, señala Jackson. “Realmente somos lo más esencial. Importamos”.

Marissa Mills, maestra en Unity Junior High School

Una maestra se encuentra afuera de un largo edificio escolar de ladrillos anaranjado.

Marissa Hills se para afuera del escuela Unity Jr. High en Cicero, Ill, el primer de marzo de 2022 (Foto por Ankur Singh).

A comienzos de enero de 2021, Marissa Mills, profesora de artes del lenguaje de séptimo grado en esta escuela secundaria, y cientos de sus colegas profesores en el Distrito 99 hicieron caso omiso a la exigencia de su empleador de enseñar de manera presencial y continuamente de forma remota. No era que ella no quisiera volver a las clases presenciales. Sí quería, pero también quería que ella, sus alumnos y sus compañeros de trabajo volvieran de manera segura.

En ese momento, el país estaba atravesando un invierno con una oleada de contagios por COVID-19 y las vacunas escaseaban. Más de 11,000 residentes en Cicero habían dado positivo al virus, 164 personas habían fallecido y la tasa de positividad de la ciudad era de un 12 por ciento, según datos del Departamento de Salud Pública del Condado de Cook. 

“Mencionamos que muchas de las normas de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) no estaban siendo aplicadas. Preguntamos por mitigaciones [de seguridad] que aún no estaban en curso, menciona Mills, quien el año pasado se convirtió en presidenta del Cicero Council, sindicato que representa a cerca de 1,100 profesionales, entre profesores, enfermeros, administrativos, y otros empleados del Distrito 99. “No vamos a regresar hasta que este tipo de situaciones sucedan”.

Mills ha sido maestra por 22 años y ama su trabajo. “Los niños, especialmente en Cicero son fantásticos”, señala. “Son simplemente divertidos. Cada día es diferente. Nunca es aburrido”.

La relación que tenía con sus alumnos fue lo que motivó a Mills y a muchos de sus colegas profesores a preferir comprometer la disciplina en lugar de regresar a las escuelas, lo que ellos determinaron era bajo condiciones inseguras.

Casi inmediatamente, el Distrito 99 presentó un cargo por práctica laboral ilegítima contra el sindicato de profesores, reclamando que la acción era una huelga ilegal. El sindicato también presentó cargos contra el Distrito 99 por no lograr negociar un acuerdo de seguridad antes de exigir a los profesores volver a las clases presenciales.

Durante este período los profesores y los padres hablaron en reuniones del consejo, así como también con los medios de comunicación acerca de las demandas por escuelas más seguras. Exigían métricas claras sobre cuándo sería seguro para los maestros y estudiantes regresar a la escuela, contar con una limpieza regular, mejorar la filtración del aire y tener implementos PPE adecuados.

“Una de las cosas que dije una y otra vez, es que no podemos dejar que una persona muera, no podemos perder a ninguna”, recuerda Mills. “Pensé bastante en mi propia hija, ¿no? Si algo me pasa, no hay nadie que cuide de ella, porque solo soy yo”.

El 27 de enero de 2021, un Juez del Circuito del Condado de Cook dictó sentencia a favor de los profesores, señalando que la acción no era una huelga ilegal y que el distrito no podía obligarlos a volver a las clases presenciales. El dictamen tuvo efectos similares a lo largo del estado, incluyendo una disputa entre el Sindicato de Profesores de Chicago y la Alcaldesa Lori Lightfoot.

Poco después el Distrito 99 puso en práctica los protocolos de seguridad que exigían los profesores. Los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC) fueron instalados en todas las escuelas a lo largo del distrito. Conserjes y personal de mantenimiento trabajaron duro para asegurar que se estuviera haciendo una limpieza regular, señala Mills.

Luego de haber sido implementadas las mitigaciones de seguridad, los profesores regresaron a las escuelas en marzo de 2021, casi un año después de que las clases en línea habían comenzado. 

“Parte de ser profesor, en mi opinión, es mucho de dar y servir a otras personas por lo que debemos tener una actitud solidaria entre nosotros, debemos permanecer unidos”, Mills menciona. “El hecho de que fuéramos capaces de hacer tanto como hicimos, y que continuamos haciendo es bastante extraordinario”.

Yvette McCallum, Empaquetadora en Bimbo Bakeries

Una mujer se para fuera del edificio de una fábrica. El edificio se eleva detrás de ella desde una cerca negra. El letrero dice Bimbo Bakeries USA.

Yvette McCallum se para afuera de la fábrica Bimbo en Cicero, Ill, el 4 de junio de 2022 (Foto por Ankur Singh).

 Yvette McCallum recuerda los primeros días de la pandemia en marzo de 2020. Llevaba varios meses con licencia médica debido a una condición de salud subyacente. El doctor de McCallum recomendó a su empleador Bimbo Bakeries que le entregara una máscara sanitaria, que le permitiera tener pausas frecuentes para lavarse las manos y permaneciera a 6 pies (casi 2 metros) de distancia de otras personas. Cuando solicitó una máscara, Bimbo Bakeries no se la entregó de forma inmediata.

Inicialmente, McCallum compartió estos detalles en un artículo publicado por Cicero Independiente el 7 de abril de 2020, donde ella y otros trabajadores de Bimbo Bakeries contaron sus historias y entregaron documentos de cómo la compañía no pudo cumplir con los lineamientos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).

“No me sentía segura”, señala McCallum.

Luego de que se publicara el artículo de Cicero Independiente, el 7 de abril de 2020, dos trabajadores de la compañía habían muerto de COVID-19. Los trabajadores alegaron que la compañía intentó tomar represalias por su pronunciamiento en vez de aumentar los procedimientos de seguridad durante una pandemia que escalaba rápidamente.

“Los de [Bimbo Bakeries] me llamaron para hacerme preguntas”, recuerda McCallum. “Interrogaron a todos quienes estaban en el artículo”.

Poco tiempo después de que dos trabajadores aparecieran en la nota, Gerardo Mello y Dennean Paul, serían despedidos. El 29 de junio también sería despedida McCallum.

Inmediatamente presentó una querella en contra de la compañía, pero según ella ha habido muy poco avance y aún debe ir a arbitraje.

McCallum cree que su sindicato es un sindicato corporativo que tiene lazos cercanos con la gerencia.

“No es un sindicato para la gente”, menciona McCallum.

Esto ha llevado a que muchos trabajadores de Bimbo Bakeries se coordinen con una organización llamada Black Workers Matter que encabezó varias acciones, tales como una caravana de autos y también organizó un punto de vacunación afuera de las instalaciones en la primavera de 2021.

De acuerdo a Black Workers Matter, la seguridad ha mejorado en la compañía desde que la pandemia comenzó y los trabajadores siguieron organizándose. Existen más medidas de protección contra el COVID-19 implementadas y los salarios han aumentado para atraer más contrataciones.

McCallum dice que no se arrepiente y que aún está luchando para recuperar su trabajo. Dice que disfruta el trabajo y que está lista para volver tan rápido como pueda.

“Muchas personas no hacen cosas porque temen de lo que pueda suceder. Pero no puedes vivir la vida con miedo”, señala McCallum. “No te puedes preocupar de lo que puede pasar, porque siempre habrá una reacción a lo que hagas. No te puede detener de hacer algo, especialmente cuando persigues aquello que es correcto”.



Ankur Singh es cofundador y miembro del comité directivo. Ankur está enfocando en nuestros esfuerzos para convertirnos como un organización de 501c3 y desarrollar nuestra infraestructura organizativa interna.


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