La Biblioteca Pública de Cicero anunció una nueva “biblioteca de semillas” abierta al público, busca conectar a los residentes con la naturaleza

Dos pares de manos sostienen paquetes blancos de semillas que dicen Paquetes de semillas de la Biblioteca Pública de Cicero. Detrás de las manos hay un catálogo verde de tarjetas con diseños florales anaranjados en el frente de los cajones.

La Biblioteca de Semillas fue creada por los bibliotecaries Diana Rocha y Angel Caranna de la Biblioteca Pública de Cicero para acercar a los residentes a la accesibilidad a los espacios verdes, la naturaleza y comida fresca. La Biblioteca de Semillas cambiará con las estaciones y tiene semillas para flores, frutas, vegetales y hierbas (foto por April Alonso).

Por Jorge Martinez

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Entre los libros y los susurros de la Biblioteca Pública de Cicero, sus residentes ahora pueden encontrar semillas de jardinería para llevar a casa y disfrutar. Las semillas son parte de una nueva iniciativa comunitaria para crear una biblioteca de semillas, fundada por Diana Rocha y Angel Caranna. Ambos son empleados de la biblioteca y han estado rompiendo barreras para permitir que más personas de la comunidad se conecten con la naturaleza y la jardinería.

“Todos deberían poder cultivar sus propios alimentos, poder tocar una planta o tener algún espacio verde, aunque sea en su patio o en su ventana", dijo Rocha. La iniciativa verde es una alternativa creativa y contrasta con la muy industrializada ciudad de Cicero que en su frontera, está rodeada de grandes empresas. “Es importante conectar con los espacios verdes, con la naturaleza y con los alimentos que cultivas y que comes. Beneficia a la salud mental. Especialmente con lo industrializada que está esta zona”, agregó Rocha. 

La Biblioteca de Semillas cambiará con las estaciones y tiene semillas para flores, frutas, vegetales y hierbas (foto por April Alonso).

“Para la Biblioteca de Cicero, hemos reutilizado un pequeño catálogo de tarjetas y hemos puesto algunas semillas para que los usuarios puedan llevárselas a su casa y las siembren en sus propias macetas o jardines”, explicó Caranna. 

“Por ahora, la biblioteca de semillas solo contiene las que están listas para plantar durante la primavera. Cuando llegue el verano, probablemente sumemos más variedades de semillas de las plantas que es mejor sembrar después de las últimas heladas o en el verano”, explicó Rocha vía correo electrónico. Los miembros de la comunidad ya pueden disfrutar de las semillas de verano que son fáciles de plantar, como son las de pepinos, tomates y pimientos, además de plantas nativas y polinizadoras. 

Existen estudios que demuestran los muchos beneficios comunitarios que tiene la jardinería, que van desde el aumento de la seguridad alimentaria hasta el impacto positivo en el medioambiente. Rocha y Caranna confían en que todos los miembros de la comunidad pueden ser parte en esta reconexión con la tierra.

“No tienes que ser un experto en jardinería”, destacó Rocha. “Plantar una semilla y verla crecer es tan hermoso, que todos deberían poder hacerlo”. Esperan que el proyecto sea lo más sencillo posible, dando información bilingüe y accesible para que cualquier persona pueda participar, sin importar sus habilidades o conocimientos. Confían en que en el futuro, el proyecto sea autosuficiente y que ofrezca una introducción a la jardinería a personas de diferentes generaciones. 

“Esta es una ciudad con una gran población inmigrante. Muchos son gente [que tiene fuertes lazos] con la tierra y esto también puede ser una forma de reconectarse”, agregó Rocha. 

“Nos enfrentamos a una inflación extrema, así que ¿por qué no cultivar tus propios tomates y no gastar tanto dinero en la tienda?”, cuestionó Caranna. 

Tanto para los inmigrantes como para los no inmigrantes, los huertos comunitarios pueden ser una herramienta poderosa. Si bien ambos grupos se benefician al ahorrar dinero en los precios de los alimentos y en el aumento de su bienestar general, los jardineros inmigrantes afirman que el valor es mayor teniendo más acceso a los alimentos y a las conexiones personales con su tierra natal. 

Rocha y Caranna esperan utilizar esta interseccionalidad para empoderar a los miembros de la comunidad de todas las edades y orígenes a que se conecten con la naturaleza y así, mejorar la salud mental de la comunidad. 

“No tienen que devolver ninguna [semilla]. No hace falta [tener] una tarjeta de la biblioteca para llevarse [las semillas]. Nuestra única regla es que no hay que llevarse más de cuatro [paquetes de semillas], para que todo el mundo tenga la oportunidad”, dijo Caranna. Cada paquete contiene aproximadamente 20 semillas. 

La biblioteca de semillas es gratuita y fácil de usar. No se necesita una tarjeta de la biblioteca y todos son bienvenidos a dar este primer paso en su camino rumbo a  la jardinería. La biblioteca de semillas está abierta al público en la Biblioteca Pública de Cicero (5225 W. Cermak Rd, Cicero, IL 60804) y tanto Rocha como Caranna, invitan a todos a visitarla. 


Jorge Martinez es un periodista contribuyente de Cicero Independiente y actualmente estudiante de Bennett Day School. Es un activista de la comunidad gay y lucha por las voces de los jóvenes.


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